NOVENA DE NTRA. SRA. DE LOURDES
05 de Febrero de 2022
TERCER DÍA
“Me ofrezco a vuestro servicio, y os consagro mis potencias y sentidos”
Párroco: En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.
Canto mariano (P.Pedro)
CONTIGO, MARÍA
1.- Quiero caminar contigo María / Pues tu eres mi Madre eres mi guía / Tú eres para mí el más grande ejemplo / de santidad, de humildad.
2.- Quiero caminar contigo María / No sólo un momento, todos los días / Necesito tu amor de Madre / Tu intercesión ante el Señor
CORO:
Guía mis pasos / Llévame al cielo / Bajo tu manto / No tengo miedo
Llena de gracia / Ave María / Hoy yo te ofrezco / toda mi vida
3.- Quiero caminar contigo María / Madre en el dolor y en la alegría / Tú que fuiste fiel hasta el extremo / Fiel en la cruz, fiel a Jesús.
CORO…
PUENTE: Celestial princesa, / mírame con compasión / Hoy te doy mi alma, / vida y corazón
CORO…
Acto de Contrición (P.Pedro)
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, me pesa en el alma haberte ofendido, por ser Tú tan bueno y digno de ser amado. Te prometo, ayudado de tu gracia, nunca jamás volver a pecar. Amén.
Lector 1: Oración inicial para todos los días
¡Oh María Inmaculada, Santísima Virgen de Lourdes! deseando hacer esta novena con la mayor devoción de mi alma, y responder a la llamada, que en la persona de la humilde Bernardita has hecho a todos tus hijos, me coloco ante Ti para escuchar con atención tu voz, exponerte mis necesidades y solicitar tus amorosos cuidados. No me deseches, Madre mía, a pesar de mi indignidad; atiende únicamente al arrepentimiento que tengo por haber afligido tu maternal corazón y renovado la pasión de tu amadísimo Hijo, acude en mi ayuda durante esta santa novena, en la cual me propongo purificar mi alma y conseguir por tu intercesión el favor especial que solicito de la Divina Majestad y dar gracias a la misma, por todos los beneficios recibidos. Amén.
Lector 2: Meditación
Grande y sublime es el interés y solicitud de María para con los hombres. «No sólo no me opongo»- le dice María Santísima a Bernardita-, «a que vengan contigo tus compañeras, sino que deseo venga mucha gente». La criatura más excelsa, la Reina de los Cielos, la Madre de Dios, llama a los hombres, les invita y desea que se acerquen y le expongan sus necesidades con la más viva confianza, porque poderosa es ante su Santísimo Hijo para obtener el remedio de todas ellas. Hijos de los hombres ¿se negarán a acudir al llamamiento de tan amorosa madre? Si sus inteligencias están ofuscadas por las tinieblas del error, si sus voluntades están aficionadas a los objetos pecaminosos, si sus corazones son juguete de viles y abominables pasiones, si se hallan en grandes necesidades y aflicciones o gimen bajo el peso de molestas y de inoportunas tentaciones, ¿por qué no acuden a María que les llama con aquellas dulcísimas palabras de su Divino Hijo: «Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré”.
Mas, aunque la Virgen Santísima llama a todos los hombres, y a todos los ama, Ella ha manifestado especial predilección a quienes se han consagrado a su corazón Inmaculado. Mostrémonos en todo tiempo como verdaderos hijos suyos, nunca disimulemos nuestra devoción a nuestra Señora y Madre Nuestra. Ella lo ha dicho: «Yo amo a los que me aman. Los que me esclarecen, obtendrán la vida eterna.»
Medítese sobre lo dicho y pida cada uno la gracia que desea alcanzar por medio de esta Novena.
Párroco: Comenzamos el rezo del Rosario. Meditamos en este día sábado los misterios gozosos.
Lector (a): Rezo del Rosario
Canto mariano: (P.Pedro)
Ave María Lourdes de Francia
1.- En Lourdes de Francia / su trono fijó / la reina del Cielo / la Madre de Dios
Ave, ave, ave María…
3.- De Luz rodeada / y eterno esplendor / la Reina del Cielo / así apareció.
4.- Un traje vestía / de blanco color / que al talle ajustaba / azul ceñidor
Lector 3: Parte histórica
Después de oír la Santa Misa el día 18 de Febrero a las seis de la mañana, Bernardita se dirigía a la Gruta con una señora de Lourdes y una joven de la Congregación de María. Al llegar, Bernardita se arrodilla, empieza a rezar el Rosario, y al poco tiempo ve una luz clarísima que iluminaba el hueco de la peña, y al momento se presenta ante sus ojos la celestial Visión. Oye la voz que llama, y ve que la aparición con su mano le hace señas para que se aproxime. «Ahí está…”, dice a sus compañeras – que ya lo habían imaginado, al ver el rostro de Bernardita todo transfigurado por el éxtasis-, … “…y me hace señas para que me acerque». Las compañeras le sugieren a Bernardita: «Pregúntale si le molesta que estemos aquí contigo”.
Bernardita mira a la Virgen y después de un breve rato contestó: «Pueden quedarse». Las dos mujeres se arrodillaron y encendieron un cirio bendito, que habían llevado consigo. Se adelanta la niña, y ayudada de sus compañeras, recibe de éstas el papel, la tinta y la pluma que le daban y que luego presentó a la Aparición, diciéndole: “Señora mía, si tienes algo que comunicarme, quisiera que tengas la bondad de escribir en este papel quién eres y qué es lo que deseas”. La Virgen se sonrió al oír tan sencilla petición y entreabriendo sus labios dijo: «Lo que tengo que decirles no es necesario escribirlo. Háganme únicamente el favor de venir aquí durante quince días.» Ante tal petición, contestó Bernardita: “Se lo prometemos”.
«Y Yo a mi vez te prometo…” respondió la Virgen a Bernardita, “… Hacerte dichosa, no en este mundo, sino en el otro». Bernardita, sin perder de vista la Aparición, se volvió hacia sus compañeras, notando que la Virgen había fijado su mirada durante largo tiempo en la joven que pertenecía a la Congregación de María. «La Señora te mira en este momento.» Antonia, nombre de la joven aludida, oyó con sumo gozo y como enajenada con estas palabras, siempre vivió con este recuerdo.
«Pregúntale si le molesta que vengamos a acompañarte.»
«Pueden venir contigo, respondió la Santísima Virgen, no sólo ellas, sino otras personas; deseo ver aquí mucha gente.»
Lector 1: Petición del Tercer Día
¡Virgen Santísima de Lourdes! agradecidos de los innumerables beneficios que por tu mediación hemos recibido, y especialmente al haber descendido del cielo a la tierra para llamarnos, nos ofrecemos de nuevo a tu servicio, y te consagramos nuestras potencias y sentidos, prefiriendo mil veces morir antes que ofender a tu divino Hijo, nuestro Redentora. Amén
Se pueden agregar otras peticiones o se deja un momento de silencio para la intención personal.
Lector 2: Oración de San Bernardo
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que nunca se ha oído decir que cuantos han recurrido a vuestra protección, implorado vuestra misericordia y pidiendo vuestro auxilio, hayan sido abandonados. Animado con esta confianza, ¡Oh Virgen madre de las vírgenes!, corro y vengo a Vos, y gimiendo bajo el peso de mis pecados, me postro a vuestros pies. ¡Oh Madre del Verbo!, no desatendáis mis oraciones; antes bien, escuchadlas favorablemente y dignaos acceder a ellas, Virgen gloriosa y bendita. Amén.
Se rezan tres AVEMARÍAS, añadiendo después de cada una de las Avemarías la exclamación: «VIRGEN, DE LOURDES, ROGAD POR NOSOTROS».
Lector 3: Oración Final
Inmaculada Señora y Madre mía, por el grande amor que has mostrado a los hombres, te has dignado aparecer en una tosca gruta e instruir a la joven y dichosa Bernardita; te ruego que también tu acción alegre mi corazón, y del mismo modo como has hecho brotar en la gruta de Lourdes aquel manantial riquísimo de cristalinas y saludables aguas, para remedio del cuerpo, derrama sobre mi pobre alma las dulces y fértiles aguas de la gracia, que apaguen mi sed por las cosas de la tierra, y limpien mi espíritu para que sea digno de los goces purísimos del cielo. Amén.
Sigue con la celebración de la Santa Misa en las vísperas del domingo 6 de febrero…